i el vestido de Quince derrocha tanta coquetería y elegancia, es gracias a su diseño y losmateriales con los que es fabricado. De acuerdo a su brillo y textura, cada uno destaca de una forma especial la belleza de quien lo viste.
Para lucir con el glamur de la reina de la fiesta, el atuendo que llevemos debe privilegiar elentalle y caída según el tipo de tela que escojamos. Por ello les muestro las opciones que se adaptan mejor a la silueta y en las que el corte y aplicaciones también juegan un rol importante.
Proveniente de la India, la organza se caracteriza por una suavidad y frescura ideales para una noche de verano. Como también puede ser un poco rígida, hay que darle un acabado envolvente con alguna aplicación (tipo lazo) que ayude a afinar las curvas:
La sutil transparencia del tul permite combinarlo con los demás materiales del vestido, dando un efecto difuminado a su color y haciendo más ligera la caída. Es ideal para la ampliar el largo de la falda y darle realce, sobre todo si incluye sus propios bordados:
Por su parte, la taffeta desprende un brillo muy particular que sin llegar a ser excesivo (como el del latex o materiales similares) ilumina toda la figura de la quinceañera y, por supuesto, las sonrisas de admiración de sus pretendientes:
Pero mi material favorito por su sobriedad y tradición es la seda. Esta tela extraída del capullo de un tímido gusanito que lleva su nombre, ha sido la inspiración de los sueños de las quinceañeras -entre las que me incluyo-, sobre todo cuando tiene efecto satinado:
No hay comentarios:
Publicar un comentario